
el problema de la clave oculta sin ayudas, que cuidó su huevo con esmero y que obtuvo un merecido tercer lugar en la apretada lucha por el campeonato. Y, a decir verdad, si el primer concurso hubiera sido de belleza en vez de elegancia, quizá estaríamos hablando de otros campeones... Lo digo por Israel. ¡Chiquillo!

Tuvimooos un sirenitooo, justo al aaaaño de casadooos
ResponderEliminar